
La deforestación de Madagascar es el gran resultado de tres actividades: agricultura de corte y quema, ganadería y la producción de leña y carbón para cocinar.
La endémica vegetación espinosa de Madagascar está siendo cortada a una tasa alarmante para producción de carbón de leña. Además, la deforestación deja tras ella suelos denudados y frágiles. La erosión que resulta de ello es muy importante acarreando una degradación importante de los medios lacustres, costeros y marinos que por otra parte están sometidos a fuertes presiones de transformaciones para objetivos agrícolas y a causa de una explotación excesiva.
Quemas agrícolas en Madagascar. Cada año la tercera parte de Madagascar arde. Las quemas se establecen para despejar la tierra y los pastizales se extienden a las tierras selváticas causando daños a los ecosistemas únicos de la isla.
Las especies nativas de Madagascar han sido agresivamente cazadas y colectadas por la gente desesperada que busca proveer a sus familias. Los reptiles y los anfibios están siendo cazados entusiastamente por el comercio internacional de mascotas. Las aguas que rodean a Madagascar sirven como ricas pesqueras y son un importante recurso para los ingresos de los aldeanos. Desafortunadamente la pesca es poco supervisada y regulada. Los botes de pesca internacionales invaden las áreas de pesca dejando a los vecinos y a la fauna marina con la parte más corta del leño.